domingo, 25 de septiembre de 2011

Tetrástrofo Monorrino

Reseña publicada en la Gaceta Universitaria, septiembre 2011, del libro Un potro salvaje en la discoteca, de Irving Del Río.






A la manera de Paul Valery, Irving Del Río restaña una realidad con el crisol de la sintaxis. Donde faltan asideros que resignifiquen la experiencia cotidiana, el poeta embute imágenes de infalible poder.

El libro de poemas Un potro salvaje en la discoteca, nos remite al submundo de los garitos, tabernas y lugares de alterne, donde la mentira se parece más a la verdad y los exultantes cuerpos se repelen y atraen, cual polos vaporosos.

Los versos de Un potro salvaje en la discoteca, nos recuerdan a la forma versal de la cuaderna vía, utilizada por célebres personajes, entre ellos el Mester de Clerecía.

Irving Del Río apegándose a la tradición de antaño nos regala con su novel, pero ilustrado trabajo poético, versos de la talla de Berceo, Santillana y Torres Bodet. Forma y fondo, pues, forman faz y envés de un numisma poético en el que "con gran maestría" Del Río desentraña los misterios de lo humano y lo ajeno.

No exagero, pues, cuando afirmo que ha erigido su propio cementerio marino, en las lindes retóricas de los centros nocturnos.



José Antonio Bolaño Jiménez.





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